Desde hace algunos años, el home office ha ganado popularidad como una forma de trabajo que brinda flexibilidad y comodidad. Sin embargo, esta modalidad también presenta desafíos al momento de separar el trabajo de la vida personal.

Si estás cansadx de tomar juntas mientras cocinas o de responder correos mientras estás en la comida familiar de los domingos, ¡quédate en este artículo! Te daremos unos consejos prácticos para que tu trabajo no invada tu casa.

Hablemos del Home Office

La pandemia por COVID 19 le dio un plus al trabajo remoto, muchas empresas se quedaron con este esquema de trabajo, otras tantas ya funcionaban a distancia y algunas decidieron hacerse híbridas, es decir, algunos días a la semana o al mes van a la oficina.

Amado por unxs, odiado por otrxs, el Home Office tiene ventajas que no podemos negar.

En primer lugar, la flexibilidad que ofrecen algunas empresas para trabajar en casa permite que puedas adaptar tus horas de trabajo con tus picos de productividad. 

¿No funcionas a las 8 am? ¡No te preocupes! Libera tus pendientes después de tomar tu cafecito y un buen desayuno.

Lo anterior también te permite ahorrar tiempo y dinero, el transporte público o el mantenimiento de un vehículo personal no es un gasto menor. 

El moverte hacia la oficina y regresar a casa te puede quitar mucho tiempo, sobre todo si vives en una ciudad caótica como la CDMX. 

Este tiempo lo puedes usar en otras actividades cuando trabajas desde casa, al terminar tu jornada puedes salir a hacer ejercicio, tomar alguna clase, ver una película o gestionar tus actividades personales. 

Esta última es otra ventaja, pues desde casa puedes convivir con tu familia, pareja, amigos o mascotas. Además puedes adaptar tu espacio de trabajo ¡a tu manera! Desde tener una computadora gamer y un escritorio enorme, hasta un espacio minimalista y confortable.

Hasta aquí todo suena hermoso, habemos muchxs fans del home office que no lo cambiaríamos por nada, pero no todo es miel sobre hojuelas. 

Desafortunadamente, hay momentos en los que este sueño se convierte en pesadilla y el monstruo del trabajo invade cada esquina de tu hogar. 

Y, aunque a veces no lo notamos, la falta de gestión de tiempo y el no marcar un límite entre el trabajo y la vida personal nos puede traer problemas familiares, laborales y hasta físicos o psicológicos.

¡Ayuda! El trabajo invadió mi casa

Como lo vimos hace unas líneas, trabajar desde casa puede ser una experiencia satisfactoria, siempre y cuando todo esté en orden.

Puede que recién estés empezando en esta modalidad en línea y aún no te adaptas o tal vez llevas un rato trabajando así pero de repente algo se desequilibró.

¡Calma! Desde que inició Reevolution hemos trabajo en línea y aunque a veces la falta de interacción física con los demás compañerxs o las distracciones del hogar ponen en juego nuestra paz mental, hemos logrado el equilibrio universal…

O bueno, por lo menos el equilibrio de nuestra vida laboral y personal 😅

¿Quieres saber nuestro secreto? 😏 Aquí te dejamos algunos consejos y técnicas para que el home office sea tu aliado y le saques todo el provecho:

Consejos y técnicas infalibles

Establece tus horarios: si tu jornada laboral es de 9 de la mañana a 6 de la tarde, ¡respeta ese horario! Comienza tu día laboral como si tuvieras que ir a la oficina y termina tus pendientes antes de salir.

Tener un horario establecido hará que puedas marcar límites claros con tus compañerxs de trabajo y tus familiares o amigos. 

No te castigues o te sientas mal si algún día tienes que trabajar unas horas más o si tienes que irte antes por algún motivo. Los imprevistos siempre pasan pero si tienes un horario definido será más fácil organizarte y librar las problemáticas que surjan.

Rutina de inicio y finalización: las rutinas siempre ayudan, realizar actividades específicas al inicio de tu jornada laboral y al final de esta te ayudará a marcar una transición entre el trabajo y la vida cotidiana.

Por ejemplo, antes de empezar a trabajar puedes tomar un baño, desayunar, hacer algunas tareas del hogar y, finalmente, sentarte a trabajar.

Al final de tu jornada puedes ir a hacer ejercicio, salir a caminar, tomar algún curso o algo que te desprenda del ámbito laboral.

También puedes guardar tus cosas de trabajo, apagar los equipos que usas y silenciar aplicaciones o plataformas de trabajo. Esto hará que tengas una sensación de cierre.

Vístete para el éxito y organiza tu espacio: un área de trabajo definida y exclusiva para esto hará que te sientas más concentradx y productivx. 

Evita trabajar en la cama, sala o espacios comunes, esto hará que no caigas en la tentación del ocio y la distracción y así termines tus pendientes a tiempo.

Procura vestirte de forma cómoda pero apropiada para empezar tu jornada, así podrás mantener tu mente enfocada en la productividad. 

Está bien si de vez en cuando quieres trabajar en pijama, pero verte bien también es parte fundamental de sentirte bien, arréglate, peínate y haz toda la rutina de belleza que necesites para sentirte bien contigo mismx.

Fomenta la socialización: a veces pensamos que una junta pudo haber sido un correo… Y sí pasa, pero también es necesario que entres a aquellas juntas cuya finalidad es crear conexiones entre coworkers.

Participa activamente en las videollamadas y reuniones virtuales o presenciales, esto hará que te sientas cómodo con tu equipo de trabajo, los conozcas mejor y puedas entablar relaciones significativas fuera del entorno laboral.

El profesionalismo no tiene que estar separado del fomento a la socialización, no olvides que detrás de la pantalla hay personas como tú que tienen una vida fuera del trabajo y que pueden coincidir contigo en actividades, gustos y metas.

Planifica y establece metas realistas: no quieras terminar el trabajo de un mes en un día, además de sentirte frustradx si no lo logras, la carga excesiva de trabajo puede repercutir de forma considerable en tu salud.

Define metas para cada día, prioriza tareas urgentes y dale tiempo de calidad a aquellas más lejanas. ¡No olvides celebrar tus logros! Al finalizar pendientes date un gusto y felicítate, lo mereces.

Dentro de la planificación de tareas laborales, también puedes darte espacios para hacer actividades del hogar que no te quiten mucho tiempo. Es decir, si meter la ropa a la lavadora te toma 5 minutos y limpiar la vajilla que te regaló la bisabuela te toma 6 horas, tal vez te conviene lavar la ropa primero.

No olvides tomar pausas, hoy en día existen muchas aplicaciones que te ayudan a tener un horario para determinadas tareas y actividades. En ese horario es importante que marques tiempos de descanso.

Hay una técnica increíble y que se ha puesto de moda entre estudiantes y trabajadores, la técnica pomodoro. Puedes buscarla en aplicaciones y ¡hasta existen videos en vivo para seguirla!

Básicamente consiste en trabajar en lapsos de 25 minutos y tomar descansos de 5 minutos en cada lapso. Trabajas 25, descansas 5 y, al final del ciclo, ¡pum! Ya terminaste tus pendientes.

En Reevolution tenemos un artículo sobre burnout, échale un ojo para que veas la importancia de tomar descansos y darte tiempo para ti y tus necesidades.

Equilibrar el home office con la vida cotidiana requiere planificación, disciplina y adaptabilidad. Al aplicar estos consejos y técnicas puedes crear un ambiente armonioso que maximice tu productividad laboral y promueva el bienestar personal.

El trabajo es una necesidad y ofrece estabilidad financiera y satisfacción personal, pero para disfrutar de ambas debes tener salud mental y física. 

¡No te descuides! Prioriza tu bienestar y disfruta de los frutos de trabajar desde casa.