Cuenta la leyenda, que hace algunos años, si alguien no te respondía un mensaje le mandabas un “zumbido” para que se apurara. Que Tik Tok tuvo un precursor llamado Vine pero no fue tan popular. Cuenta, también, que existían redes conocidas como Hi5, Metroflog y MySpace pero no quedan vestigios de ellas.

Y es que tú eres muy joven (o no) pero hace no tantos años las redes sociales no eran lo que son ahora. La evolución que estas han experimentado ha sido bastante significativa y ha tenido un impacto notable en la sociedad actual.

Las redes sociales han trascendido de ser una mera forma de comunicación para convertirse en una esfera digital donde los individuos se expresan, se informan y se conectan. 

Orígenes

Aunque ahora sean sinónimo de aplicaciones en nuestros teléfonos móviles, las redes sociales se originaron en la web. 

A fines de la década de 1990, sitios como SixDegrees y Friendster presentaron la idea de perfiles de usuarios y amigos en línea. MySpace siguió poco después, permitiendo a los usuarios personalizar sus perfiles y compartir música.

Facebook llegó arrasando con la vida en 2004, cambiando para siempre el panorama de las redes sociales. A medida que Facebook crecía, ofrecía nuevas formas de interactuar en línea.

En nuestros tiempos no existía eso del “Me Importa”, la gente nomás le daba like a las publicaciones. Además, había un rectángulo que te permitía ver las cosas que posteaban, compartían y “likeaban” tus amigos.

Facebook, hasta la fecha, sigue siendo una de las plataformas más populares y ha influido significativamente en la manera en que nos comunicamos e interactuamos en línea.

Twitter, lanzado en 2006, introdujo una forma de compartir pensamientos e ideas de manera rápida y concisa, con un límite de 280 caracteres.

La plataforma se convirtió en un importante canal de noticias y discusión pública, siendo utilizada por celebridades, políticos, periodistas y ciudadanos de todo el mundo para expresar sus opiniones e interactuar.

Las tendencias eran más cortas, casi que cualquier persona podía ser “trend” en Twitter; ahora son temas mundiales o regionales los que quedan en tendencia y de los que todxs hablan en esta red social.

¿No sabes si tembló en la CDMX? ¿Quieres saber de qué se anda hablando en el mundo del marketing? ¿Qué babosada dijo ahora tu político favorito? Todo al alcance de un “tuit”.

Instagram llegó pisando fuerte con la forma en que compartimos y consumimos imágenes y vídeos. 

Lanzado en 2010, permitió a los usuarios capturar, editar y compartir fotos o vídeos con facilidad. 

Posteriormente, incorporó funciones como las “historias”, que desaparecen después de 24 horas y los “reels” que permiten compartir vídeos más largos, algo medio copiado de Tik Tok pero llamémosle inspiración.

Ahora en Instagram también puedes seguir “hashtags” que te mandan a topics de tu interés y que puedes seguir, con esto te ahorras seguir solamente perfiles y encuentras todo lo que necesitas con este # símbolo y el tema que quieres.

TikTok ha sido la última gran adición a las redes sociales, destaca por su enfoque en vídeos cortos y su algoritmo personalizado. 

Lanzado en 2016, Tik Tok ha tenido un rápido crecimiento, especialmente entre la generación más joven y ha impulsado nuevas formas de entretenimiento y creatividad.

Esta nueva red social nos permite ver contenido de calidad cuando lo tenemos bien personalizado, nos muestra videos que nos pueden interesar y que nos atrapan en pocos segundos. Eso la hace tan adictiva.

Sin embargo, Tik Tok agarró una curva alta en la pandemia, empezando con videos de personas armando coreografías en su casa, mostrando su supervivencia al encierro o siguiendo los trends que salían.

Ahora, esta red social está bastante completa, la usan personas de todas las edades para consumir o crear contenido de interés. Puedes ver perritos haciendo cosas chistosas, recetas de cocina, consejos para tu trabajo, la vida, el amor, ¡en fin! Está lleno de cosas, hasta películas suben ya.

El Paso de las Gigantes

La verdad es que las redes sociales llegaron a cambiarnos la vida, hicieron más fácil la comunicación a distancia, hicieron que estuviéramos más cerca de nuestros seres queridos o de aquellos que nos interesan.

¡Híjole! Seguramente tu tía se enteró primero por Facebook de que rompiste tu relación mucho antes de que tú se lo contaras. 

También rompieron las barreras de conocer gente, con la llegada de Tinder tenemos casi que un catálogo para buscar personas con las que queremos relacionarnos a corto o largo plazo.

¡Y no olvidemos a LinkedIn! Cuentan que antes las personas buscaban trabajo saliendo, ¡sí, leíste bien! Saliendo a comprar el periódico y llamando a la vacante que se publicaba en la sección de empleos.

Ahora es mucho más sencillo, creamos un perfil bonito, agregas tus aptitudes, recomendaciones y ¡listo! Esperas que te lluevan ofertas de empleo… O puedes buscar tú dándole click a aquellas que van de acuerdo a tu perfil profesional, experiencia y expectativas. 

También tenemos a Snapchat cuyos usuarios son, en su mayoría, personas jóvenes de Estados Unidos. Pinterest puede ser la evolución de Tumblr y YouTube que, más que una red social, es una plataforma de streaming que ha ido evolucionando.

Aunque WhatsApp y Facebook Messenger también tienen su propia aplicación, son más un servicio de mensajería que sí, también ya incluyó su lado de historias para estar más cerca de los usuarios, pero al final del día su función es la comunicación escrita y oral (por las notas de voz).

Redes Sociales, ¿héroes o amenazas?

Las redes sociales han abierto nuevas vías de comunicación y han hecho el mundo más accesible. Nos permiten mantenernos en contacto con amigos y familiares de todo el mundo, descubrir nuevos contenidos y aprender sobre diferentes culturas.

 También han cambiado el paisaje del marketing y los negocios, permitiendo a las empresas conectarse con los clientes de formas nuevas e innovadoras, y dando lugar a la economía del “influencer”, donde cualquier persona con ciertas habilidades puede convertirse en un influencer y monetizar su contenido.

Han permitido la creación de comunidades en línea basadas en intereses compartidos, desde aficiones y actividades hasta problemas sociales y políticos. Estas plataformas pueden brindar apoyo emocional, crear conciencia sobre problemas y facilitar el activismo; así como informar en casos de desastres naturales o emergencias nacionales e internacionales.

Las redes sociales permiten a los usuarios expresarse creativamente, compartir sus pasiones e ideas y descubrir o definir su identidad. Obviamente has subido una foto de tu comida a Instagram, un Tweet súper elaborado sobre tu opinión política o un meme buenísimo en Facebook.

Sin embargo, a pesar de los numerosos beneficios, las redes sociales también han generado algunas preocupaciones. 

La dependencia a estas plataformas, la comparación social, el ciberacoso y las noticias falsas son solo algunos de los problemas asociados con su uso. 

Además, cuestiones como la privacidad y la seguridad de los datos son una creciente preocupación en el mundo digital.

Nada es perfecto y las redes sociales no se salvan de esto. El uso excesivo y poco controlado de estas ha afectado significativamente a poblaciones vulnerables como jóvenes y personas neurodivergentes.

Si bien, se pueden crear comunidades positivas, también hay comunidades tóxicas y dañinas que comparten información y contenido que puede poner en riesgo la integridad de algunas personas.

No vamos a ahondar en detalles sobre las fallas y malas prácticas que hay en las redes sociales, sin embargo, es importante saber que el uso de estas debe ser responsable y consciente.

¡En fin! Amadas por unxs, odiadas por otrxs, las redes sociales son parte de nuestra vida, en menor o mayor medida estamos inmersos en ellas, casi nadie se salva de compartir, publicar o reaccionar.

En Reevolution amamos las redes sociales y celebramos su uso responsable, sano y crítico hoy en su día 🥳

Además, somos expertos en creación de contenido 😏así que aún estás a tiempo de enchular ese perfil profesional, personal, de emprendimiento o empresarial, ¡mándanos un zumbido! ¿o cómo era? 😦